Calibán en la cultura de nuestra América

Homenaje a Roberto Fernández Retamar

Resumen

En este homenaje al siempre querido Roberto Fernández Retamar, lo centré en Calibán, el salvaje inculto, iletrado como se nos llamó en los estudios de nuestra América. Los europeos. Para llegar al caníbal circularon por el Ariel, dios del viento, a quien se atribuía haber izando la bandera de la hispanidad contra el imperialismo del norte y la “nomonología” de los habitantes de nuestra América. Rodó señaló al enemigo, sin embargo, la cura se limitaba a repetir el mismo lema: somos (sin ser) españoles por lengua (nos quitaron religión, ethos y otras costumbres). La herencia no es el punto a discutir, si no ¿aceptamos retroceder hasta la colonia, o no?

El no va acompañado de tomar del brazo a Calibán, el esclavo salvaje capaz de hacer emerger una cultura nueva, nuestra y revolucionaria. Somos Calibán y es menester admitirlo. Con este emblema calibanesco, Roberto Fernández Retamar transita por la historia del Continente nuestro, dividiendo tendencias sociales e individuales  en revolucionarios, o calibanes, y en anti calibales , o reaccionarios enemigos de la gran aportación de nosotros a la historia del mundo, a saber, la Revolución Cubana que, fuera de duda, vibró y vibra a favor del pueblo.

Fernández Retamar ofrece una literatura de contenido revolucionario hoy y, no el ideal  de hispanidad.

Esto ocurrió desde 1971. Hoy,  aquel proyecto ha sido rebasado. Shakespeare, dio el primer paso al poner en el horizonte ambas  tendencias sociales a revolución se aceptó como una forma innovadora por calibanesca.